Los
carbohidratos son uno de los principales nutrientes en nuestra alimentación.
Estos ayudan a proporcionar energía al cuerpo. Se pueden encontrar tres
principales tipos de carbohidratos en los alimentos: azúcares, almidones
y fibra. Las personas que tienen diabetes a menudo deben llevar una cuenta de la cantidad de
carbohidratos que consumen.
Los carbohidratos son unas biomoléculas que
también toman los nombres de hidratos de carbono, glúcidos, azúcares o
sacáridos; aunque los dos primeros nombres, los más comunes y empleados, no son
del todo precisos, ya que no se tratan estrictamente de átomos de carbono
hidratados, pero los intentos por sustituir estos términos por otros más
precisos no han tenido éxito. Estas moléculas están formadas por tres elementos
fundamentales: el carbono, el hidrógeno y el oxígeno,
este último en una proporción algo más baja. Su principal función en el
organismo de los seres vivos es la de contribuir en el almacenamiento y en la obtención de
energía de forma
inmediata, sobre todo al cerebro y al sistema nervioso.
Esto se cumple gracias a una enzima, la amilasa,
que ayuda a descomponer esta molécula en glucosa o azúcar en sangre, que hace posible que el
cuerpo utilice la energía para realizar sus funciones.
FUNCIONES
DE LOS CARBOHIDRATOS
Aunque su función principal es la energética,
también hay ciertos hidratos de carbono cuya función está relacionada con la
estructura de las células o aparatos del organismo, sobre todo en el caso de
los polisacáridos. Estos pueden dar lugar a estructuras esqueléticas muy resistentes y también pueden formar
parte de la estructura propia de otras biomoléculas como proteínas, grasas y ácidos nucleicos. Gracias a su resistencia, es posible
sintetizarlos en el exterior del cuerpo y utilizarlos para fabricar diversos
tejidos, plásticos y otros productos artificiales.
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