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miércoles, 23 de agosto de 2017

Enfermedades más comunes


           El lóbado

             Lo llamamos lóbado vulgarmente, pero es la enfermedad de carbunco sintomático, y gangrena efisematosa-gaseosa, que es infecto-contagiosa, del ganado vacuno especialmente. Esta enfermedad solo ataca a los animales menores de tres años y muy particularmente a los terneros.

              Hoy día, está muy extendido tanto en animales jóvenes del campo como en terneros, añojas y eralas del campo, siempre que sean menores de tres años.

            La enfermedad puede causar la muerte en muy pocas horas. Aparece por fiebre alta, generalmente cojera que la producen los tumores gaseosos, que se forman en los lomos o en los músculos de los jamones y las paletas, produciéndose en las partes del lomo, de las paletas, de la garganta o de las nalgas unos abultamientos, indicando que tiene gases dentro.

            El tratamiento consiste en abrir con el bisturí grandes escisiones en la piel de la zona gangrenada, e inyectar dentro grandes cantidades de agua oxigenada hasta llegar al tumor gaseoso, ya que ésta mata los microbios de la gangrena. Al mismo tiempo se inyectan grandes cantidades de penicilina. Los lavados se realizan tres o cuatro veces al día, con jeringa y penetrando sobre los músculos para que el agua oxigenada penetre lo más profundo posible en los músculos.

                El ganadero debe vacunar todo su ganado menor de tres meses para evitar que se contagien de esta enfermedad.

  La leucosis.

        Ésta es una enfermedad de carácter tumoral, y muchas veces contagiosa, también conocida como linfoma, que se puede producir con infectaciones en forma de epidermia, en vacas que conviven juntas. Hay varias formas de esta enfermedad, es decir, para los terneros afecta a una glándula que tenemos todos y los animales en el cuello, y se forma una especie de tumor en esa glándula que se llama timo; este tumor se desarrolla y llega a veces hasta el pecho con inflamación de todos los ganglios. Otra forma es la cutánea, donde aparecen tumores en toda la superficie de la piel de las novillas y chotos relativamente jóvenes, es decir que casi siempre son pequeños y superficiales. Además, hay otra forma que se presenta como contagiosa en animales adultos de cuatro a diez años, que ya afecta, no solo a los ganglios, sino también al corazón, al bazo y otros órganos.

            Podemos decir que es un virus, y que la forma de infectarse las vacas puede ser por la aguja de vacunaciones, de unas a otras, sin hacer una desinfección de la aguja, por la picadura de insectos, de unas a otras, como algunas moscas que pueden transmitirla de unas vacas a otras. A los terneros le pueden infectar las vacas a través de los calostros (que son los 5 primeros ordeños después del parto). Las vacas que padecen esta enfermedad acaban con la muerte.

    La Tuberculosis

            Esta enfermedad es muy importante y se está intentando erradicar en la ganadería, pues es una enfermedad infecciosa y contagiosa al hombre, y también el hombre puede contagiar a las vacas, o los animales entre sí.

            Los terneros pueden contagiarse por medio de la leche, siendo de una vaca infectada y tomándola sin hervir, y la vaca por medio de los microbios del medio ambiente donde viven, simplemente infectándose por medio de la tos de otra vaca.

            Algunos de los síntomas más comunes son la tos seca, continuada y persistente en alguna vaca aislada, el adelgazamiento unido a fiebre (aunque también puede darse en vacas que estén más o menos gordas), cuando los ganglios linfáticos aparecen inflamados,  puede ser tuberculosis, pulmonar, de hígado, de mamas ( mastitis tuberculosa), de matriz,....

               Los ganaderos descubren esta enfermedad por medio de los muchos saneamientos que realizan a su ganado, que tienen importancia, no sólo para el ganado, sino también para ellos mismos, ya que, como he citado antes, ellos también se pueden contagiar.

                El tratamiento con estreptomicina y otros productos, no se debe utilizar porque la vaca sigue siendo portadora de los bacilos llamados de koch que son los que provocan la enfermedad.

 El Vómito    

        El vómito es muy frecuente en casi todos los animales, pero en la vaca es un síntoma raro y peligroso. La  vaca no suele vomitar, pero cuando lo hace, si no se trata con urgencia, puede causarle la muerte.

        Las causas del vómito, suelen ser las obstrucciones del esófago (herbero), por patatas, nabos o remolacha, y en algunas indigestiones fuertes.

        En algunas ocasiones, la parálisis del nervio facial de la cara produce en la vaca cuando intenta rumiar, la expulsión de grandes cantidades de líquido por las narices o la boca; aunque esto no es el verdadero vómito. El vómito, se produce echan por la boca con esfuerzo cantidades grandes de alimentos y rumen de la panza, que es cuando tienen una sobrecarga alimenticia, en cuyo caso, si el vómito se repite, no queda otro remedio que practicarle la ruminotomía, es decir abrir el estómago y sacar gran parte del contenido de rumen, pienso y pajas de la panza, operación que en un 99% suele salir perfectamente.

        La Paratuberculosis

            Esta enfermedad es contagiosa, a la vez que infecciosa, que aparece en animales jóvenes, y que puede curarse y mejorar en esa edad joven, pero que es mortal en animales de entre 2 y 7 años.

              La enfermedad entra en las vacas por el ambiente contaminado de medio donde viven, como pueden ser, los establos, las praderas o los corrales de descanso, porque cuando hay una vaca enferma, puede ser la portadora y contagiar a las demás que convivan juntas, produciendo infecciones generalizadas en el intestino, que dan lugar a diarreas intermitentes, durante mucho tiempo, como síntoma principal, con adelgazamiento progresivo hasta que la diarrea se acentúa y persiste durante largo tiempo, aunque el apetito de la vaca sea normal. Esta diarrea puede acabar con la vaca por deshidratación y agotamiento. Otro síntoma puede ser que la vaca cambie el color del pelo, apareciendo poco  a poco más claro y menos sedoso.

            La mejor medida a tomar, es cuando sabemos que una vaca está infectada, vacunar a todos los terneros menores de un mes, y especialmente las terneras hembras destinadas a reproductoras.

La Mamitis

        Es, casi con toda seguridad, el problema más importante del ganadero de vacas lecheras. El factor más importante para evitar las mamitis, es usar todos los recursos disponibles, o sea, controlar la vaca a fondo, evitando que le salga sangre en la leche, grumos, que no le duela al ordeñarla,

        Mamitis, significa inflamación, infección, dolor, calor, de las mamas, que se desarrollan los microbios por multiplicación en la leche. Los microbios pueden penetrar por grietas, rozaduras en las ubres, o por el orificio del pezón, o por la alimentación.

        Generalmente, en las mamitis hay inflamación y fiebre, aunque a veces no aparece, ninguna de las dos cosas, eso dificulta al ganadero hacer un tratamiento antes de se desarrolle una infección grave.

        Otras veces se produce el garbacillo clásico, por mordedura de las rata por la noche que bajan y chupan la punta de la teta que rezuma leche cuando la vaca está acostada. No puede faltar nunca el lavado de las ubres. Hay mamitis estreptocócica, estafilocócicas y gangrenosas (por hogos, tuberculosis,...)

        Recomendamos al ganadero fijar su atención en los siguientes puntos:
Lo primero que debe hacer es desinfectar las ubres antes del ordeño pulverizando con buenos desinfectantes la ubre.
Controlar las mamitis cada semana o al menos una vez cada quince días mediante análisis en el propio establo, ya sea mediante gotas indicativas o por papelillos indicativos.
Si aparecen varias vacas con mamitis sería necesario hacer un análisis mejor de Laboratorio para ver que clase de mamitis es.
Hacer una antibiograma, para ver qué tipo de mamitis siempre que aparezcan muchos casos y para ver el antibiótico de elección para contrarrestar con un sólo antibiótico cada tipo de mamitis
        Uno de los casos más corrientes, y preocupantes es, que al parir la vaca da sangre por los cuatro cuarterones y además en abundancia, pasando un día y otro dando la leche muy ensangrentada. Este proceso es un caso normal, pues estos casos, suele darse en las vacas buenas, aquellas que tienen una inflamación muy grande en las ubres, porque esa inflamación produce dilatación y rotura de las venillas de la ubre, en las zonas altas, y esa sangre de la vena rota, se junta a la leche y pasa a los 4 pechos. Afortunadamente suele pasar después del periodo calostral de 4 o 6 días, y poco a poco va desapareciendo por sí solo, sin tratamiento alguno. El problema está cuando la sangre sale únicamente por un cuarterón y por las otras tetas salga la leche normal. En este caso puede ocurrir que se ha roto una venilla a nivel del pezón y la sangre sólo se incorpora a ese cuarterón, y también puede ir desapareciendo esa hemorragia poco a poco; pero otras veces lo que ocurre que nos creamos que se va a pasar la hemorragia y lo que ocurre es que la vaca tiene una mamitis grave, por lo que sería necesario hacer un tratamiento de urgencia.

La Brucelosis

        Esta enfermedad es doblemente importante, ya que, además de atacar a las vacas, es contagiosa al hombre, y el ganadero está expuesto a una contagio constantemente. Es un aborto infeccioso, una enfermedad de la vaca que se caracteriza por abortos especialmente, y estos abortos van acompañados de retención de pares, de infecciones, de inflamación de las articulaciones por lo que, el ganadero tiene que extremar al máximo las medidas de precaución porque el aborto le quita crías y leche, y además corre un riesgo, ya no sólo para su ganado, también para él. Si aparecen más de un aborto en las cuadras, el ganadero debe llamar al veterinario sin pérdida alguna de tiempo, para sacar sangre, y hacer un análisis rápido para confirmar o no la enfermedad, o al menos diferenciar qué tipo de aborto tiene en sus vacas, porque además del aborto por brucelas, hay abortos por clamidias, y por salmonelas, dos abortos también infecciosos.

        Esta enfermedad que es una zoonosis transmitible al hombre, es de prevención obligada por la Administración, que será la encargada de vacunar a todas las terneras a los ocho meses de edad, es decir antes de la pubertad de la ternera, para protegerlas con brucelosis, con vacunas que son de carácter gratuito, tanto del producto como de los gastos del técnico veterinario que trabaje, y que financian las Administraciones.

La Tetania

        Hay varios tipos de tetania en la vaca lechera como son la tetania de la gestación, la tetania de los prados, y la tetania del transporte.

        La más frecuente y la más importante es la tetania de los prados, cuya causa principal es el cambio brusco de la alimentación, de invierno a una alimentación verde en los prados, es decir, cuando hay un cambio brusco de una alimentación seca de invierno y la estabulación permanente, a una alimentación de hierba en las praderas. Es algo parecido al parálisis del tercio posterior, rigidez de los músculos, atontamiento y la vaca permanece caída largo tiempo, manifestándose una rigidez clara de todo el organismo. Según todas las manifestaciones esta enfermedad es debida a una falta de calcio y magnesio con desequilibrio mineral, por lo que hay que considerar que hay que habituar a las vacas al consumo de hierba, sin llevarlas de golpe a un consumo abundante, siguiendo con la alimentación seca de piensos por un periodo de 15 días al menos.

El Paralís

        Esta enfermedad, después del parto es muy frecuente. En el 90% de los casos, nunca ha salido esta enfermedad en el establo de un buen ganadero, con una alimentación correcta, equilibrada en vitaminas y minerales.

        Es un proceso que solo ocurre en vacas debilitadas y carentes de calcio y fósforo (no olvidemos que la leche es rica en calcio). Esta enfermedad no le da a las primerizas, y a las del segundo parto, siendo muy rara en vacas del tercer parto, por los que nos enseña que las vacas del cuarto parto y más son las más propensas a esta enfermedad, porque se han desgastado de tanto eliminar calcio para sus huesos, para los terneros y para las cantidades de leche que han producido en cuatro años.

        Al llegar el parto la vaca se va cargando y acumulando grandes cantidades de calostros, que tiene diez veces más de calcio que la leche y entonces lo que ocurre es que la curva del calcio en la sangre de la vaca disminuye y hace que la vaca se caiga produciéndose lo que el ganadero llama paralís.

        He dicho que suele aparecer dentro de las primeras 24 horas después del parto, aunque también puede aparecer dos o tres días más tarde o incluso puede caerse la vaca antes del parto, lo que dificultaría el parto por falta de contracciones al paralizarse al mismo tiempo la matriz, también por falta de calcio.

        A veces simplemente con grandes cantidades de calcio se resuelve el problema, pero siempre que el ganadero observe que se tambalea, se cae, es señal evidente que empieza y no ha llegado a bajar excesivamente el calcio en la sangre, por lo que el ganadero puede solucionar el problema con calcio en grandes dosis por vía intramuscular, pero cuando la vaca esta caída no hay más remedio que inyectar un calcio compuesto (calcio, fósforo y magnesio) por vía venosa, en cuyo caso debe ser el veterinario el que inyecte la cantidad con un glucocorticoide, a una temperatura adecuada, y a una velocidad mínima por los peligros que hay de un choque con la muerte fulminante.

        Nunca debe el ganadero poner calcio cuando la vaca este ya caída porque los efectos no dan el resultado apetecido y luego al poner el calcio en vena a dosis de choque no le hace efecto y tarda más en levantarse o no se levanta, porque se habitúa al calcio.

        Al ganadero le corresponde resolver estos problemas, más que curar, prevenir, porque por poco tiempo que esté la vaca caída sufre de los efectos consiguientes de pérdida de leche, de roces, de infecciones, de retención de pares si nos las ha expulsado, de mamitis, por no ordeñar a fondo, o por lesiones en las tetas excesivamente inflamadas para el parto. El ganadero debe de inyectar dosis altas de vitamina D3, tres o cuatro días antes del parto vigilando las vacas de más de tres partos que son las que tienen más peligro, e inyectar calcio (250cc) dos días seguidos enseguida del parto.

        La mejor recomendación, es que durante el secado de la vaca, dé una alimentación forrajera, poco pienso, y sobretodo vitaminas, que fijan el calcio de los alimentos, pero nunca dar pienso en grandes cantidades para que la vaca no engorde, porque la vaca gorda al parto tendrá este problema y muchos más.

        Como última recomendación, nunca debe de levantarse la vaca a la fuerza ni molestarla salvo que pasen tres días en cuyo caso con sumo cuidado, con una polea, con gente y unas mantas por debajo puede intentarse en colgar la vaca, siempre que apoye las patas en el suelo, incluso preparando una especie de potro provisional con unos palos cruzados sobre una pared.

La gripe o fiebre aftosa.

        La gripe, también conocida como la fiebre aftosa, es una enfermedad infecto-contagiosa que incluso puede llegar contagiar al hombre, es de declaración obligatoria, y de vacunación obligada. A la fiebre aftosa también se la conoce como glosopeda (de glosos que significa boca y podos que significa pie), es decir, que ataca a la boca y a los pies, formándose verdaderas ampollas en la boca y además en los rodetes de las pezuñas, que revientan. Es epidémica y aparece en forma de ondas epidémicas cada cierto número de años. Como he citado antes, es contagiosa, y resulta un problema grave para el tratamiento para curar las úlceras, las aftas de la lengua, que muchas veces se le pela entera y pasan días sin comer; y lo mismo ocurre con las ampollas de las pezuñas y sus rodetes, que revientan y llegan incluso a cambiar los cascos de la pezuña, permaneciendo tumbadas durante semanas.

        Afortunadamente, y debido a que generalmente se vacunan todos los efectivos con carácter obligatorio y debido a que normalmente las vacunas trivalentes responden muy bien a los tres virus, la vacunación es bastante efectiva. Existen otros virus que no están incluidos en la vacuna por lo que, a veces la enfermedad hace explosión.

        Lo más importante es no llegar a conocer en nuestra explotación esta enfermedad, lógicamente, para lo cual tenemos que seguir la normativa de la Administración Pública, que con carácter obligatorio, para erradicar la fiebre aftosa obliga al ganadero a vacunar todos los efectivos, todos los años de forma gratuita en cuanto a la vacuna, de la que sólo se pagará una tasa y los servicios del veterinario por viaje y vacunación.

La Tos
        La tos en la vaca es un síntoma, no es nada más que un signo pero una señal evidente que la vaca tiene un problema, que está enferma, bien por ser un simple catarro, por el frío, o una lesión de garganta, o incluso puede llegar a ser un problema de pulmón. Sea cual sea, la vaca lo más seguro es que ante la presencia de ese síntoma que observa el ganadero de tos, es que puede tener algo en el árbol respiratorio bien sea en la garganta, en la traquea o en los bronquios y por esa razón tose.

        La vaca con tos no significa nada grave en principio si simplemente tose, y si solamente tose una vaca de entre todas las del establo; pero si ya tosen todas las vacas nos encontramos sin duda en presencia de una enfermedad contagiosa o infecciosa.

        Si una vaca tose, la primera medida que tiene que adoptar el ganadero es vigilar para ver si continua tosiendo, en cuyo caso puede empezar por separarla del resto de ganado, ya que hay muchas enfermedades graves que entran dentro del grupo de enfermedades con tos como son la tuberculosis Pulmonar o la Perineumonía, además de las enfermedades bronquiales como puede ser el IBR (Enfermedad respiratoria crónica).

        Ahora bien, si el ganadero solo observa una vaca con tos puede inyectar un producto para la tos o darle unos polvos en el agua, pero, si son más las que tosen, hay que tratarlas a todas y mejor un veterinario que obrar por su cuenta el propio ganadero.

Sangre en la orina

        Suele ocurrir, que a veces la vaca lechera orina sangre, normalmente no suele tener importancia, porque a veces es que se ha roto alguna venilla del conducto urinario, de la vejiga o se ha desgarrado durante la monta del toro, y que viene a cerrarse por sí sola desapareciendo a los pocos días la hemorragia. Otras veces, las menos, obedece a una lesión de riñón. Si la orina es muy roja y pasados unos días no va disminuyendo el color, el ganadero debe inyectar un antihemorrágico (vitamina k) dos o tres días para cortar la hemorragia. Otro caso, ya más grave y de gran preocupación en la vaca es una enfermedad que también cursa con sangre en la orina, pero la vaca tiene fiebre, come poco, está triste, disminuye su producción lechera, no rumia, está estrecha, pierde carnes y termina generalmente con la muerte; ésta se llama piroplasmosis y no es una enfermedad de las zonas más cálidas como Extremadura o Andalucía, sino que se va extendiendo a otras regiones con motivo de la gran variación de las altas temperaturas, aún en zonas frías. Es producida por un parásito de la sangre que lo transmiten las garrapatas al picar a un animal y a otro. Esta enfermedad también la sufren cabras y ovejas. El producto empleado en el tratamiento es peligroso y hay que hacer con control técnico.
Las heridas

        Las vacas, al igual que las personas, de vez en cuando tienen alguna herida, que a veces puede ser grave. Las heridas punzantes son las más graves y peligrosas, pueden aparentemente no tener importancia, pero en realidad se infectan más que las heridas amplias grandes, y abiertas por lo que hay que tener mucho cuidado, porque pueden producir gangrena, septicemia o tétanos. Hay que tener un tratamiento rápido, lavando con una jeringa y agua oxigenada unos días la herida. Otras heridas amplias que no sean sangrantes suelen tener menor importancia. También son importantes las heridas producidas por un parto difícil, donde se desgarra, la natura, y que en este caso deberá ser el veterinario el que se encargue de coser el desgarro.

        Otras heridas importantes son las que se producen en la mama, que pueden ser simples, sin salida de leche o más complicadas, cuando hay salida de leche, requiriéndose entonces la intervención del veterinario. También en la ubre puede producirse una herida que corte una vena importante, y empiece a chorrear la sangre, hasta tal punto que puede desangrarse la vaca. La medida aquí será poner unas pinzas sobre la herida y dejar sangrar hasta que llegue el veterinario.

Aquí observamos que la primera vaca tiene una herida en su pierna.

    Las grietas

        Lo dicho, lo más importante es que el ganadero se preocupe de su ganado, y lo conozca muy a fondo, y debe de preocuparse a la hora de encontrar algún corte o grieta por pequeño que sea, esté donde esté, y directamente llamar a su veterinario, para evitar que pueda producir un problema grave.

        Por ejemplo, las grietas en las tetas de las vacas, puede llegar a ser un grave problema para el ordeño, porque ella no se dejará ordeñar, dará coces, y tirará la leche, otras veces la hurta no la da o da menos de lo normal, y puede sufrir estrés. También le pueden entrar microbios del suelo, infectarse y hasta pueden sufrir mamitis, infecciones de pezón o de inflamaciones y escarificaciones que entorpecen el ordeño normal. También se pueden poner nerviosas con lo que disminuye su producción lechera.

Venenos

        Algunas plantas y venenos que producen intoxicaciones en las vacas, son por ejemplo, las siguientes:

"Trébol dulce".- Es frecuente, tanto por las plantas verdes como por los henos secos. Puede afectar a la vaca preñada y al ternero, que lleva la vaca, dependiendo naturalmente de la cantidad del heno o trébol tóxico que tome. El tratamiento podría ser transfusiones de sangre (hasta 2 o 3 litros de una vaca normal), y sobre todo la vitamina K que es el medicamento ideal para este tipo de intoxicaciones.
"Helecho".- Donde todos los síntomas son muy semejantes a la intoxicación citada antes, y el tratamiento viene a ser el mismo.
 Puede ser tóxico, si después de tomar una gran cantidad de sal se llena de agua, que el lo primero que tiene que pensar el ganadero. Los animales intoxicados por sal quedan atontados, no comen, se quedan medio ciegos, marchan en círculos y les dan ataques y también gastroenteritis y dolores de tripa.
"El centeno".- Producen también envenenamiento cuando comen ocho o diez días seguidos, al principio, cuando las vacas no están acostumbradas, producen incordinación de los movimientos de las vacas, temblores, cabeceos, convulsiones,...
 "Raticidas".- Son también tóxicos, con sintomatología de carácter hemorrágico, especialmente las cumarinas, que son antiocoagulantes, y producen graves hemorragias intestinales.


El toro Semental

        El toro puede transmitir a la vaca muchas enfermedades, como puede ser todo tipo de enfermedades infecciosas y contagiosas por el acto del coito.

        El toro esta expuesto a tener las mismas enfermedades de la vaca, que no son exclusivas y propias de la vaca como son todas las del aparato genital y de las mamas que son exclusivas de las hembras.

        El toro se ve afectado muy frecuentemente de infecciones en el pene, ya sea por el acto de la cubrición a una vaca que tiene infección de vagina, y matriz por lo que siempre será indispensable una vigilancia especial del meano, del toro y tratarle rápidamente para que pueda cubrir y no se retrasen las cubriciones y los partos por supuesto.

        El toro, además sufre lesiones por la monta, como son las más raras lesiones de cojeras de patas y manos, en el ejercicio, al cubrir una vaca tanto de los músculos, como de los tendones, de las articulaciones o de la columna.



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