EL PEPINO
Aspectos
botánicos
Es planta
herbácea anual trepadora, de tallos angulosos y de grandes hojas acorazonadas y
alternas, con grandes pecíolos. En cada nudo del tallo se produce una hoja y un
largo zarcillo que se considera una hoja modificada adaptada para sujetar a la
planta en su hábito de trepadora.
Raíz: El sistema radicular
consiste en una fuerte raíz principal que alcanza de 1.0-1.20 metros de largo,
ramificándose en todas las direcciones principalmente entre los primeros 25 a
30 centímetros del suelo.
El pepino posee la facultad de emitir raíces adventicias por encima del cuello.
Tallo: Anguloso y espinoso, de porte
rastrero y trepador y con zarcillos, con un eje principal que da origen a
varias ramas laterales principalmente en la base, entre los 20 y 30 primeros
centímetros. Son trepadores, llegando a alcanzar de longitud hasta 3.5 metros
en condiciones normales.
Hoja: Las hojas son simples,
acorazonadas, alternas, pero opuestas a los zarcillos. Posee de 3 a 5 lóbulos
angulados y triangulares, de epidermis con cutícula delgada, por lo que no
resiste evaporación excesiva.
Flor: Es una planta monoica, dos
sexos en la misma planta, de polinización cruzada. Algunas variedades presentan
flores hermafroditas. Las flores se sitúan en las axilas de las hojas en
racimos y sus pétalos son de color amarillo.
Estos tres tipos de flores ocurren en diferentes proporciones, dependiendo del
cultivar. Al inicio de la floración, normalmente se presentan sólo flores masculinas;
a continuación, en la parte media de la planta están en igual proporción,
flores masculinas y femeninas y en la parte superior de la planta existen
predominantemente flores femeninas. En líneas generales, los días cortos,
temperaturas bajas y suficiente agua,
inducen la formación de mayor número de flores femeninas y los días largos,
altas temperaturas, sequía, llevan a la formación de flores masculinas.
El cultivo ecológico del pepino
Los pepinos
obtenidos en invernadero son partenocárpicos (el fruto se desarrolla sin
necesidad de ser fecundado), careciendo, por lo tanto, de semillas. Si la flor
femenina se fecunda, se desarrollan entonces las semillas, abultándose el
extremo en forma de maza y quedando inservible para el mercado. De ahí que
se tengan que quitar, De ahí que se tengan que quitar, todas las flores
masculinas, ya que la entrada de insectos puede producir la fecundación.
Como siempre queda alguna flor masculina, es imprescindible, en el cultivo en
invernaderos, poner mallas de plástico en las ventanas.
Fruto: Pepónide
áspero o liso, dependiendo de la variedad, que cambia desde un color verde
claro, pasando por un verde oscuro hasta alcanzar un color amarillento cuando
está totalmente maduro, aunque su recolección se realiza antes de su madurez
fisiológica. La pulpa es acuosa, de color blanquecino, con semillas en su
interior repartidas a lo largo del fruto. Dichas semillas se presentan en
cantidad variable y son ovales, algo aplastadas y de color blanco-amarillento.,
alargado, mide aproximadamente entre 15 y 35 cm de longitud. Además es un fruto
carnoso, más o menos cilíndrico, exteriormente de color verde, amarillo o
blanco e interiormente de carne blanca.
Contiene numerosas semillas
ovaladas de color blanco amarillento. En estadíos jóvenes, los frutos presentan
en su superficie espinas de color blanco o negro.
SEMILLAS: Son
el resultado de los óvulos fecundados y maduros contenidos en el fruto. La
semilla de pepino se compone de los tegumentos que las protegen, de las
substancias nutritivas y del embrión. Este último es la parte más importante,
ya que de él depende la germinación, crecimiento y desarrollo de
la nueva planta. Las semillas de pepino son algo más pequeñas que las del
melón, ovales, inmaduras, aplastadas, lisas y de color amarillento blanquecino,
terminadas en un extremo más agudo. Un gramo contiene unas 30-45 semillas,
dependiendo del tipo de pepino y de la variedad, menor de 10 mm de largas y
0,3-0,5 cm de ancho. Su facultad germinativa dura aproximadamente 4-5 años,
aunque para la siembra es preferible semillas que no hayan rebasado los 2-3
años.
El cultivo ecológico del pepino
Siembra: a
finales de invierno en zonas templadas o a comienzo de la primavera en zonas
frías y también a finales de verano es cuando se siembra el pepino. Podemos
sembrar directamente en el suelo siempre y cuando la tierra tenga una
temperatura aproximada de 20ºC, para facilitar la germinación de las semillas.
Alternativamente puedes preparar semilleros y posteriormente trasplantar las
plántulas a su lugar definitivo una vez que éstas hayan alcanzado los 15 cm de
altura.
Recuerda dejar una distancia
entre semilla y semilla de unos 35 cm para que la planta tenga suficiente
espacio cuando crezca. Si vas a cultivar los pepinos en macetas o mesas de
cultivo en tu huerto urbano, la profundad mínima que deben tener será de 30 cm.
Luz:
coloca esta planta en una zona a pleno sol, porque los requerimientos de luz
son altos.
Sustrato:
esta planta requiere suelos fértiles con buen aporte en materia orgánica.
Aporta humus de lombriz una semana antes del cultivo y realiza algunos riegos
regulares con poca agua.
Riegos: especialmente
durante las primeras etapas de la planta va a requerir riegos regulares que
mantengan la tierra húmeda (húmeda, no encharcada). Una vez que la planta ya es
adulta y se están desarrollando los pepinos, de nuevo deberemos asegurarnos de
que la planta no pase estrés hídrico por falta de agua porque los
requerimientos vuelven a aumentar en esta fase.
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